En los años ochenta del siglo pasado, la computadora Atari tenía un sonido muy bueno, y para demostrarlo venía con algunas tonadas de demostración, digitalizadas estilo sintetizador; una de ellas me encantaba, y casi siempre la escuchaba (¿hay que decir que en casa de un amigo “rico”?) a pesar que duraba quizás solo un par de minutos o menos. El problema en aquel entonces es que no sabía como se llamaba, y menos quien era su autor. Varios años después, un poco de casualidad volví a escucharla, y ahí si pude preguntar qué pieza musical era esa, y alguien me contestó que era el canon de Pachelbel, una composición de música clásica de la época barroca. Y, ¿qué es un canon? pues es una pieza o sección de una composición musical de forma que una parte vocal o instrumental interpreta una melodía y, unos compases más tarde, una segunda voz repite esa misma melodía de manera exacta o bien modificando su tonalidad u otros aspectos. Johann Pachelbel (1653-1706) fue un destacado compositor, clavicembalista y organista barroco alemán anterior a Johann Sebastian Bach entre cuyas numerosas composiciones hay que mencionar su célebre Canon en re mayor, además de una gran cantidad de obras sacras y seculares como la Chaconne en fa menor, la Toccata en mi menor para órgano y el Hexachordum Apollinis, una serie de variaciones musicales al teclado. La música de Pachelbel gozó de mucha popularidad en su época, gracias a la cual obtuvo muchos alumnos y logró convertirse en un modelo para los compositores del sur y del centro de Alemania. Pachelbel se decantaba por un estilo lúcido y sin complicaciones, haciendo especial énfasis en la claridad melódica y armónica, exploró muchas técnicas y formas de variaciones musicales, dejándolas manifiestas en varias de sus obras, que fueron desde conciertos de música sacra hasta suites de clavicordios. El canon de Pachelbel en Re causó furor por su armonía siglos más tarde. Fue compuesta alrededor de 1680, siendo originalmente una obra de música de cámara para tres violines y bajo continuo; posteriormente se han realizado arreglos para una gran variedad de instrumentos y conjuntos. Originalmente, una giga (danza barroca) en la misma tonalidad (re mayor) sigue al canon, pero esta última danza se ejecuta o graba con mucha menos frecuencia. El canon, muy conocido por la progresión armónica de los instrumentos de cuerda, lo han convertido en una de las piezas más reutilizadas en la música contemporánea, el Rock y el Jazz; esto por su fácil combinación e inclusión en las canciones; el canon de Pachelbel se ha ganado el título de armonía por excelencia en la música contemporánea y se hace notar en infinidad de discos y sencillos de la música moderna, como por ejemplo Imagine de John Lennon, Don’t Look Back in anger de Oasis o It’s my life de Bon Jovi entre muchísimas otras y suele incluirse en compilaciones musicales con otras piezas de la época barroca. Curiosamente, en el S. XIX era una obra desconocida, nadie sabía de su existencia hasta que apareció una transcripción de la partitura, o sea que llevaba más de dos siglos perdida. No llamó mucho la atención, ni siquiera cuando en 1940 el director de orquesta Arthur Fiedler la incorporó a su repertorio hasta que en 1968, ya más de 300 años después de su alumbramiento, otro director de orquesta, Jean François Paillard, la recuperó con un par de licencias: una, hacer unas variaciones sobre la partitura original, algo que en la música clásica se hizo y se hace desde siempre; pero lo siguiente que hizo, fue casi lo que escuchamos hoy. Cambió el ritmo frenético de la pieza original y la convirtió en una obra lenta, emotiva, épica, reconocible. Y con todo y ello tuvieron que transcurrir otros dos años hasta el momento en que alguien la pinchó en una emisora de radio y a partir de ahí la cosa se desbordó. Todo el mundo la conoce de sobra. Es una de las obras clásicas más machacadas en las últimas décadas. Se han grabado miles de versiones en multitud de estilos y con los más diversos instrumentos, apareciendo en la banda sonora de docenas de películas y anuncios y es muy interpretada en bodas y funerales.
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miércoles, 17 de enero de 2024
Una base de la música actual.
En los años ochenta del siglo pasado, la computadora Atari tenía un sonido muy bueno, y para demostrarlo venía con algunas tonadas de demostración, digitalizadas estilo sintetizador; una de ellas me encantaba, y casi siempre la escuchaba (¿hay que decir que en casa de un amigo “rico”?) a pesar que duraba quizás solo un par de minutos o menos. El problema en aquel entonces es que no sabía como se llamaba, y menos quien era su autor. Varios años después, un poco de casualidad volví a escucharla, y ahí si pude preguntar qué pieza musical era esa, y alguien me contestó que era el canon de Pachelbel, una composición de música clásica de la época barroca. Y, ¿qué es un canon? pues es una pieza o sección de una composición musical de forma que una parte vocal o instrumental interpreta una melodía y, unos compases más tarde, una segunda voz repite esa misma melodía de manera exacta o bien modificando su tonalidad u otros aspectos. Johann Pachelbel (1653-1706) fue un destacado compositor, clavicembalista y organista barroco alemán anterior a Johann Sebastian Bach entre cuyas numerosas composiciones hay que mencionar su célebre Canon en re mayor, además de una gran cantidad de obras sacras y seculares como la Chaconne en fa menor, la Toccata en mi menor para órgano y el Hexachordum Apollinis, una serie de variaciones musicales al teclado. La música de Pachelbel gozó de mucha popularidad en su época, gracias a la cual obtuvo muchos alumnos y logró convertirse en un modelo para los compositores del sur y del centro de Alemania. Pachelbel se decantaba por un estilo lúcido y sin complicaciones, haciendo especial énfasis en la claridad melódica y armónica, exploró muchas técnicas y formas de variaciones musicales, dejándolas manifiestas en varias de sus obras, que fueron desde conciertos de música sacra hasta suites de clavicordios. El canon de Pachelbel en Re causó furor por su armonía siglos más tarde. Fue compuesta alrededor de 1680, siendo originalmente una obra de música de cámara para tres violines y bajo continuo; posteriormente se han realizado arreglos para una gran variedad de instrumentos y conjuntos. Originalmente, una giga (danza barroca) en la misma tonalidad (re mayor) sigue al canon, pero esta última danza se ejecuta o graba con mucha menos frecuencia. El canon, muy conocido por la progresión armónica de los instrumentos de cuerda, lo han convertido en una de las piezas más reutilizadas en la música contemporánea, el Rock y el Jazz; esto por su fácil combinación e inclusión en las canciones; el canon de Pachelbel se ha ganado el título de armonía por excelencia en la música contemporánea y se hace notar en infinidad de discos y sencillos de la música moderna, como por ejemplo Imagine de John Lennon, Don’t Look Back in anger de Oasis o It’s my life de Bon Jovi entre muchísimas otras y suele incluirse en compilaciones musicales con otras piezas de la época barroca. Curiosamente, en el S. XIX era una obra desconocida, nadie sabía de su existencia hasta que apareció una transcripción de la partitura, o sea que llevaba más de dos siglos perdida. No llamó mucho la atención, ni siquiera cuando en 1940 el director de orquesta Arthur Fiedler la incorporó a su repertorio hasta que en 1968, ya más de 300 años después de su alumbramiento, otro director de orquesta, Jean François Paillard, la recuperó con un par de licencias: una, hacer unas variaciones sobre la partitura original, algo que en la música clásica se hizo y se hace desde siempre; pero lo siguiente que hizo, fue casi lo que escuchamos hoy. Cambió el ritmo frenético de la pieza original y la convirtió en una obra lenta, emotiva, épica, reconocible. Y con todo y ello tuvieron que transcurrir otros dos años hasta el momento en que alguien la pinchó en una emisora de radio y a partir de ahí la cosa se desbordó. Todo el mundo la conoce de sobra. Es una de las obras clásicas más machacadas en las últimas décadas. Se han grabado miles de versiones en multitud de estilos y con los más diversos instrumentos, apareciendo en la banda sonora de docenas de películas y anuncios y es muy interpretada en bodas y funerales.
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Quien lo iba a decir que esa música está relacionada con canciones de John Lennon!!!
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