Bharati Krishna Tirthaji (1884-1960) fue un respetado santón indio, autoridad religiosa que hizo el insólito descubrimiento de las matemáticas védicas, es decir, halló una serie de trucos aritméticos en el libro sagrado de los Vedas. Este descubrimiento no fue valorado inicialmente como correspondía, lo que no debe extrañar porque sería algo a´si como si alguien descubriera en la Biblia los fundamentos del cálculo infinitesimal.
En un viaje por Occidente, que por cierto fue motivo de controversia en su país porque los líderes espirituales hindúes tienen prohibido viajar al extranjero, divulgó en varias sedes universitarias (atiborradas, al parecer, de estudiantes de matemáticas) el método matemático védico de cálculo que, según afirmaba, permitía en ocho meses asimilar unas matemáticas que en las escuelas se tardaban quince años en aprender.
Una vez desarrollado el sistema de sutras (fórmulas de palabras) en que se basaba el cálculo, a la pregunta de si en realidad se trataba de matemáticas o magia, la respuesta fue: "es magia hasta que lo entiendes, y es matemática a partir de ese momento"
Pues bien, ante la avalancha de situaciones anómalas que se están conociendo de dirigentes y gestores de diversas entidades que, por arte de birlibirloque han llenado sus bolsillos coincidiendo en el tiempo con la petición de auxilio para salvar a la entidad que había de satisfacer esas retribuciones. es difícil que pueda darse el paso que apuntaba Tirthaji, dando por sentado que el primer paso es casi todo menos magia y el segundo (el de entenderlo), se antoja con demasiados interrogantes para admitirlo.
Lo peor del caso es que por lo que se va conociendo de los casos divulgados, esa actitud era casi moneda corriente en los sucesivos "sálvese quien pueda", con una última variante llamativa: el consejo de la entidad afirma desconocer los tejemanejes de sus altos cargos. Y el Banco de España, de paseante.
Ni es magia, ni podrá entenderse matemáticamente.
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