Cuando eres la hija de uno de los grandes cantantes del mundo, se necesita algo más que una buena canción para lograr el éxito; desafortunadamente, Nancy Sandra Sinatra apenas tenía voz y su expresión austera dejó frío al público de forma que ni siquiera la influencia de su padre pudo hacer un éxito con ninguno de sus primeros lanzamientos, pero en 1965 se la “entregó” a Lee Hazlewood, un compositor y productor inconformista para cuyos oídos el lúgubre zumbido de Nancy irradiaba una astuta sexualidad. Hazlewood ejerce sin proponérselo de pigmalión de la hija del todopoderoso Frank Sinatra, para la que escribe una canción-talismán, These Boots Are Made for Walking, inspirada según sus propias palabras en una conversación de bar de acentos machistas que Hazlewood transforma en himno sexy de acento femenino; Nancy, una niña pulcra de Nueva Jersey, no había oído nada parecido y cuando Hazlewood le pidió que la interpretase como si fuese una chica de dieciséis años que se iba con camioneros, con lo que la canción fue finalmente interpretando por una Lolita perversa, su mandíbula cayó, los ojos de Hazlewood brillaron, Nancy dio una amplia sonrisa porque sabía que era la canción para ella. Sin embargo, consciente de para quién trabajaba, Hazlewood se mostró renuente en enseñarle los coloquialismos groseros de la canción, específicamente en un eufemismo descarado en inglés para el sexo. Pero a Nancy no le podría haber importado menos y, como resultado, Frank estaba encantado. Otras fuentes aseguran que su origen es una frase de la película de Robert Aldrich Four from Texas (Cuatro tíos de Texas), con papá Sinatra. La canción trata sobre una chica que le dice a su pareja que sabe que le ha estado engañando, que está harta de sus mentiras y que sus botas están hechas para caminar y que ella lo pisoteará. También le advierte que ha encontrado una forma de vengarse y que él no está preparado para ello. La canción, además, fue adoptada por las tropas americanas en Vietnam como canción de marcha y Nancy viajó al país asiático para animar a los soldados. Posteriormente, la canción fue usada por Stanley Kubrick en su película Full Metal Jacket (La chaqueta metálica). La canción y el álbum, Boots, lanza vertiginosamente la carrera de Nancy, propiciando su transformación en icono pop y emblema erótico en una América convulsionada por la Guerra de Vietnam y las protestas contra la discriminación racial. Como regalo, el bigotudo compositor les recomienda el tema Something Stupid, que lleva a padre e hija a los primeros lugares de las listas de éxitos. En una entrevista para la revista francesa Les Inrocks, Hazlewood recuerda algunas anécdotas de la gira, los miedos escénicos de Nancy Sinatra o el descubrimiento de un entusiasta público juvenil que, para su sorpresa, se sabía de memoria muchas de sus canciones. Para entonces el músico ya posee, entre otros, el título –a pesar de él– de artista de culto y es objeto de numerosos homenajes.
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