martes, 26 de septiembre de 2023

Como ya dijo Satchmo...



Este año 2023 es el centenario de que un tal Louis Armstrong, “Satchmo”, hiciera su debut con la orquesta de Joe “King” Oliver, en Chicago. En sus primeras grabaciones se incluyeron algunos solos y apartes como segunda corneta de la banda; en 1924, sin embargo, ya era el solista más importante y más creativo del grupo. Los seres humanos somos hacedores de mitos, tomamos a una persona que despunta en algún deporte, expresión artística o cultural y les encumbramos queriendo que sean igual de excelsos en todas las facetas de la vida, así vemos a deportistas opinando sobre la estructura política del estado, a músicos sobre el sistema económico o actores sobre los sistemas extractivos del petróleo como si el hecho de que le den mejor o peor a la pelota, que canten con mayor o menor acierto o interpreten sus papeles con más o menos credibilidad les faculten para opinar sobre lo que sea mejor que los expertos en esas materias. Sin embargo hay otros que sin tantas alharacas fueron cambiando el mundo en el que nacieron a otro mejor gracias a su ejemplo, valentía y determinación, y de estos pocos como ese curioso personaje que fue Armstrog; nace en 1.901 en uno de los barrios más deprimidos de Nueva Orleans (EE.UU.) y para entender lo que era su mundo sólo referir que era nieto de esclavos y que su infancia la pasa mendigando y recogiendo chatarra. Su salvación la encuentra en una familia judía, casi tan pobre como la suya, que decide acogerlo y le enseña que la piel no es la única razón para ser marginado, que la religión, las ideas, el sexo,… es razón suficiente para que te odien; con los ahorros de la familia le compran una trompeta y él empezará a aprender a tocas siguiendo a las bandas callejeras. Tras foguearse en los cabarets locales decide emigrar a la liberal Chicago y dos años más tarde marcha a Nueva York ya como una de las figuras de las big bands negras del momento que le hará enormemente famosos en los EE.UU. primero y posteriormente en el resto del mundo que recorre en giras de gran éxito. Consciente de la decadencia de las grandes orquestas reduce su grupo a seis miembros y empieza a participar en películas como Hello, Dolly! (con la que consiguió el número uno de listas de un artista de más edad de la historia con 63 años). Posiblemente su canción What a wonderful world sea una de las letras más hermosas que podamos escuchar ya que nos muestra ante nuestros ojos todo aquello que de maravilloso tiene vivir en este pequeño punto azul y rodeado de semejantes que, sin ser perfectos, son mucho mejores de lo que podamos creer. La música arranca con unas notas de las secciones de cuerda y de viento que con el arpa y la batería tocada con escobillas dan paso a la voz rota, profunda y llena de sentimiento de Satchmo con una sensibilidad y perfección que llenan el corazón y el alma. La canción, escrita por Bob Thiele y George David Weiss, obtuvo la fama con la interpretación de Louis Armstrong, en un intento de transmitir un mensaje de paz en los convulsos años 60, ha cosechado más de treinta versiones Según cuenta la leyenda de esta canción, al propietario de ABC Records no le cayó en gracia la canción y mientras se grababa, de madrugada, irrumpió en el estudio asegurando que haría lo posible para boicotear la promoción del disco si se llevaba a término la grabación; y lo consiguió, motivo por el cual el tema logró más repercusión en el Reino Unido que en Estados Unidos. What a wonderful world recuperó fuerza con su inclusión en la película Good Morning Vietnam y otros intérpretes como el recientemente desaparecido Tony Bennett o Engelbert Humperdinck hicieron sus respectivas versiones de una canción que tradicionalmente se relaciona con la ternura, el recuerdo y la nostalgia.

 

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