Sesenta años ya… En los años sesenta del siglo pasado, hace esos sesenta años, en España ¿qué? Pues aquí, como en la mayor parte de Europa, lo que triunfaba era la música melódica en sus versiones patrias (francesa, italiana,… ) junto con la copla en España. Aún así había pioneros del rock y del pop que luchaban por introducir estas músicas en nuestro país, primero gente como el Dúo Dinámico y más tarde Miguel Ríos, Los Bravos y sobre todo el grupo que hoy traemos al blog. Supongo que en todos los lugares será parecido, pero en España somos de lo más ingrato a la hora de homenajear a nuestras figuras e ídolos, ya que en cuanto dejan de estar en lo más alto somos muy rápidos en enterrarlos en la fosa del olvido, y si de paso les podemos vilipendiar, mejor que mejor. Posiblemente por eso la mayoría de gente no tenga ni idea de quienes son estos pioneros de la música moderna que inventaron el llamado rock torero para que los españolitos de entonces pudieran digerir mejor eso del rock y del pop que venían del extranjero .Hay cosas en esta vida que un melómano debería saber, como por ejemplo que The Beach Boys son algo más que un grupo que hacía canciones surferas, que cuando alguien cite las palabras “muro de sonido” inmediatamente le venga a la cabeza el nombre de Phil Spector, o si se ve escrito “Madchester” se sepa que puede no ser precisamente una falta de ortografía. Pues dentro del ámbito musical español, se debería recitar de carrerilla la formación inicial de Los Brincos, grupo de referencia y cuya influencia es innegable en la historia de la música española. Poseían la imagen, inconfundibles en su etapa inicial con sus capas y los zapatos con cascabeles, y la actitud para lograr ser una banda revolucionaria, además de unas magníficas canciones. Una banda que marcó un antes y un después en el devenir de la música moderna hispana. El éxito de The Beatles hizo que en nuestro país los “linces” de las discográficas pensasen que a lo mejor se podía ganar el dinero con los “melenudos”, así que reclutan dentro de las bandas madrileñas como Los Pekenikes o Los Estudiantes a cuatro muchachotes, forman un grupo llamado después Los Brincos y se ponen a grabar en 1964 lanzando un disco que llaman, precisamente, Los Brincos, con canciones tan rockeras como Flamenco, que hacen que la compañía se asuste un poco y les sugiera que hay que suavizar el choque con las autoridades de La Dictadura y la censura, no sea que se pasen de modernos, y es entonces cuando deciden adoptar como vestimenta algo tan hispano como la capa. A Fernando Arbex, fundador, le entusiasma la idea, pero a José Barranco (otro de los fundadores) no le hacía mucha gracia, ya que prefería hacer sólo unos bolos en verano para conseguir dinero y en invierno estudiar para sacarse la carrera. Seguro que ahora parece un suave cambio estético, pero para entonces fue toda una conmoción en la juventud de las ciudades dando lugar a lo que se llamó la “Brincosis”. Es entonces cuando el liderazgo de Fernando Arbex es puesto en entredicho por Juan Pardo y Antonio Morales (Junior) provocando la salida del grupo de los dos últimos, que dan lugar al dúo Juan y Junior. En 1970, Los Brincos intentan realizar un disco dentro del rock psicodélico llamado Mundo, Demonio y Carne del que además harán una versión en inglés llamado World, Evil & Body pero al no conseguir el éxito supondrá la disolución del grupo.
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