Casi cincuenta años después de la muerte de Richard Wagner, el 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado Canciller de Alemania. Unos días después, la Sociedad Nórdico-Alemana Richard Wagner del Arte y la Cultura Germánicos declaró que Así como Richard Wagner creó “El anillo del nibelungo” por fe en el espíritu alemán, la misión del pueblo alemán… es reflexionar sobre sí mismo y terminar su organización teniendo en cuenta el espíritu germánico nacional de Richard Wagner. De esta manera, todos los ideales de la Sociedad Nórdico-Alemana Richard Wagner tendrán un impacto político real en el estado, en la nación y en el mundo que nos rodea. Con el apoyo de los grupos de presión industriales y los militares alemanes, la Sociedad Wagner promovió la música de su ídolo como símbolo de una solución a la amenaza del bolchevismo y del judaísmo y también como la representación más pura de la gloria de la raza germánica. Muchos miembros de la Sociedad también estaban involucrados en la Kampfbund für deutsche Kultur (Organización de Combate por la Cultura Alemana). Luego de que Hitler se transformara en Canciller de Alemania, su fascinación por Wagner se convirtió en una especie de culto nacional. El Festival Bayreuth se usó como una oportunidad para difundir la propaganda nazi. Sin embargo, es difícil determinar la naturaleza exacta de la relación entre Wagner y el nazismo. Hitler pocas veces mencionaba a Wagner en sus escritos y rara vez en público. Cuando hacía referencia a Wagner, no era en relación con el antisemitismo sino como líder alemán y visionario, pero esta herencia pesa sobre la música y para muchos nunca podrá liberarse de la mancha que le dejó la adoración de Hitler. A Wagner todavía se lo considera controvertido hoy en día y prácticamente no se lo escucha en Israel. Musicalmente, componer la tetralogía "El anillo del nibelungo", ciclo de cuatro óperas de carácter épico basada en episodios de la mitología germánica, le tomó a Richard Wagner ni más ni menos que veintiséis años, la obra de toda una vida. "La Valquiria" es la segunda ópera del ciclo. (La precede el drama introductorio El Oro del Rin, y le siguen Sigfrido y El Ocaso de los Dioses.) y la célebre "Cabalgata de las Valquirias" (que, por cierto, nunca se llamó así) es la pieza que inicia el tercer acto, acompañando a las valquirias (hijas del dios Wotan, hermosas guerreras, y vírgenes por añadidura) que, cantando su grito de guerra, se aprestan a realizar el traslado de los combatientes caídos al Walhalla, un majestuoso salón adonde van a parar los infortunados héroes, de la mano de las mentadas guerreras vírgenes. Descontada su utilización en los noticiarios de guerra alemanes, acompañando escenas de bombardeos de la Luftwaffe, la pieza se entronizó en la cultura popular por medio de la película Apocalypse Now, de 1979, de Francis Ford Coppola, acompañando esta vez el ataque desde helicópteros a un poblado vietnamita, como parte de la trama. En ambos casos, la obra terminó saludando la derrota. La versión que aquí se presenta (no instrumental, con la voz de las ocho valquirias) formó parte de la representación del ciclo completo de la tetralogía en una producción gigantesca a cargo del Metropolitan Opera House de Nueva York.
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