martes, 14 de mayo de 2024

Y también converso...



Como ya decía el filósofo inglés Francis Bacon (no confundir con el pintor del mismo nombre) en una frase atribuida a él, “Calumniad con audacia; siempre quedará algo”, se puede decir la barbaridad más escandalosamente falsa de alguien, que siempre se encontrará un público dispuesto no sólo a creerla si no que serán activos propagadores del libelo. Con motivo de la fatwa (rechazable, por supuesto) declarada por el líder iraní Jomeini contra Salman Rushdie por sus Versos satánicos, se sacaron de contexto unas declaraciones hechas por el cantante Cat Stevens de las cuales se ha desmarcado de palabra y por los hechos desde entonces, pero eso da igual porque para la mayor parte de la gente este gran músico siempre tendrá el sanbenito de ser un peligroso islamista radical cuando es uno de los mayores propagandistas de la tolerancia entre religiones. Los progenitores sueltan a sus vástagos en las aulas de todos los sistemas educativos con la esperanza de que se les enseñen los conocimientos para poder crecer personalmente, y también buscan que se les eduque porque o no pueden o no saben cómo (el que no tienen el menor interés lo dejo a un lado porque sabéis que aquí somos bienpensantes). Las razones pueden ser la cantidad de elementos deseducativos que les llegan de las redes sociales que les indican que los mayores son unos tiranos a los que hay que desobedecer y sobre todo si piensan diferente; el que las aspiraciones de parte de la juventud actual no es la tradicional orientada a asegurarse el futuro propio o de su familia, sino las de brillar durante un instante gracias a millones de likes y después quemarse antes de convertirse en lo que más odian, que es en un adulto;y muchos padres han desertado de sus obligaciones porque no se ven sacrificando una parte fundamental de su madurez por el bien de sus hijos. El cantante y compositor Steven Demetre Georgiu, conocido como Cat Stevens, nace en Londres dentro una familia de padre greco-chipriota y madre sueca que, a pesar de separarse, seguirán viviendo juntos y regentando el restaurante familiar. Sus progenitores les inculcan diferentes culturas y el amor por la música merced al piano que poseían. Años más tarde sufre una tuberculosis que le tendrá ingresado durante meses en un hospital y que le hacen replantearse su modo de vida. En los siguientes años se “exilia” a Brasil por motivos económicos, se convierte al Islam bajo el nombre de Yusuf Islam abandonando el mundo de la música popular para centrarse en crear escuelas musulmanas de gran prestigio, pero antes nos obsequió con una de las mejores discografías de folk-rock que existen, sobre todo a finales de los sesenta y en la década de 1970, con álbumes como “Tea for the Tillerman”, “Catch Bull at Four”, “Mona Bone Jakon” o “Teaser and the Firecat”, probablemente su álbum más conocido y exitoso. La portada del disco está tomada del cuento ilustrado del mismo nombre, escrito y dibujado por Cat Stevens a finales de los sesenta, que narra la historia de un joven con sombrero de copa llamado Teaser y su mascota, el gato Firecat, que tratan de colocar la Luna en su sitio después de que ésta se haya caído del cielo. “Moonshadow” tal vez sea el tema más representativo del álbum, el más popular y el que mejor ensambla el disco con el cuento y con las imágenes contenidas en él. Según ha manifestado el propio Cat Stevens, “Moonshadow” fue creada cuando estaba de vacaciones en España: aquí consiguió ver por primera vez la luna en la oscuridad, sin las interferencias de las farolas y las luces londinenses; al borde del agua, en una hermosa noche en la que brillaba la luna, consiguió ver su sombra. El original de Cat Stevens parece perfecto; su voz clara, las guitarras, los discretos coros y esa leve intención de canción infantil son elementos insuperables, incluso para los artistas más cualificados. La letra se puede interpretar que le da igual perder sus extremidades y sus ojos porque se conformará con lo que tiene con tal de que no pierda la luz de la esperanza.


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