Desde
el año 2008, a instancias de un joven estudiante de periodismo de
Santiago de Chile, el 27 de julio se conmemora el Día Internacional
del Perro Callejero a modo de homenaje y para concienciar sobre la
mala vida que padecen los millones de animales que viven en la calle,
entre perros y gatos; nacen, viven y mueren a la intemperie sin
conocer el calor de un hogar y mientras no dejan de crecer los
criaderos, legales y clandestinos, y la lamentable idea de vender
determinadas razas que suelen ser alteradas genéticamente para darle
características de mercadería, de moda. Este año recordaremos la
historia de la canción “Callejero”, del cantautor
Alberto Cortez, que la escribió cuando se enteró que el canino que
vivió con él y su esposa durante muchos años, un día salió del
domicilio y ya no regresó, pues un vehículo lo atropelló. Muchos
conocemos este tema y nos hemos preguntado que fue lo que motivo al
artista a dedicarle tan hermosa canción a un perro callejero que
como dice su letra: “Era callejero por derecho propio”.
Esta es la historia, pues, de un pequeño peludo lanudo y blanco que
tenía un exquisito oído musical, un animalito que fue adoptado por
un pueblo entero y al que se le dedicaron libros, poemas y estatuas.
Alberto Cortez recordó que el perro se crió como el guardián
nocturno de la obra del edificio donde después él y su esposa se
fueron a vivir, que escogió a su esposa y a él como amigos. Cuando
se quería ir, se paraba delante de la puerta, había que abrirle y
se iba. Por eso en la canción se hace mención a “su filosofía
de la libertad fue ganar la suya sin atar a otros, y sobre los otros
no pasar jamás”. La mascota dormía en la portería
acompañando al vigilante. Moro, como se cuenta que lo llamaban los
niños (otras fuentes lo llaman “Fernando”), se ausentaba por
temporadas y pasadas las semanas regresaba. Cuando Alberto ascendía
a su apartamento en un quinto piso, el perro subía por la escalera
ya que sentía miedo hacerlo por el ascensor pero, un día, el perro
lo vio llegar de la clínica con su esposa convaleciente en una silla
de ruedas y los acompañó en el ascensor. Desde esa vez decidió
dormir unos días en el apartamento de Alberto, pero temprano
solicitaba le abriera la puerta. De pronto un día ya no volvió al
vecindario y se supo que un vehículo lo había atropellado
mortalmente al cruzar la avenida. Esa noticia le inspiró a Alberto
Cortez a escribirle la canción “Callejero”, en la cual estas
frases son las que más lo destacaban: “Era el callejero de las
cosas bellas/ y se fue con ellas, cuando se marchó; / Se bebió de
golpe todas las estrellas, se quedó dormido y ya no despertó (…)
Nos dejó el espacio como testamento, / lleno de nostalgia, lleno de
emoción. / Vaga su recuerdo, por los sentimientos, / para
derramarlos en esta canción”. Se dice que todo el pueblo
asistió al entierro del perro, por lo que es considerado el más
concurrido en la historia de la ciudad; a despedirlo acudieron hasta
las autoridades municipales, y se pronunciaron sentidos discursos en
su honor.
Buenas tardes Miguel, quizás la escuche hace tiempo pero no la recordaba. No se puede decir mas con menos. Gracias por refrescar su recuerdo. La frase, “su filosofía de la libertad fue ganar la suya sin atar a otros, y sobre los otros no pasar jamás”, es Buahhh! No me atrevo a calificarla sin quedarme corto
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