Robert Schumann (1810-1856), sin confundir con el político homónimo del siglo XX, fue un compositor alemán cuya obra influyó en toda la música del siglo XIX. En alguna de sus obras evoca la tradición de los carnavales europeos, creando un conjunto de piezas que reflejan la alegría y el jolgorio de esta fiesta. Uno de los aspectos más interesantes es representar a los personajes que aparecen en el Carnaval, como Pierrot, Arlequín y Columbina como leit motiv. Otra obra que lo consagró como el maestro del Romanticismo alemán son las Canciones de amor, que son una colección de ciclos de lieder que reflejan el amor, la pérdida y la esperanza (aunque Schumann no alcanzó la misma fama que otros compositores de la época, como Franz Schubert y Johannes Brahms, sus lieder siguen siendo muy valorados por su riqueza musical y su capacidad para expresar emociones profundas de manera sencilla y directa). Pero sin duda alguna, la obra cumbre de Schumann es la Sinfonía n.º 4, que es una obra clásica reconocida mundialmente que refleja de manera magistral la época romántica alemana. Sin embargo, la más conocida son sus Escenas infantiles, obra compuesta por una serie de piezas cortas que evocan diferentes estados de ánimo, como la melancolía, la ternura y la euforia. El uso de la forma libre, y la utilización de diferentes tonalidades y armonías, hacen que cada pieza sea un mundo en sí misma. En esta obra, Schumann captura la inocencia y la nostalgia de la infancia, a través de una serie de piezas que evocan diferentes momentos y situaciones de la vida de un niño. Uno de los aspectos más destacados de ella es la habilidad del compositor para crear piezas musicalmente simples pero emotivas, que reflejan la imaginación y el sentido de la maravilla de los niños."Sueños" (Träumerei), la número siete, que recordamos, es la pieza más popular del ciclo, que a menudo se incluye en el programa de varios conciertos, en la que la música suave y conmovedora tiene una impresión encantadora en el público. Schumann compuso su ciclo "Escenas infantiles" como un regalo para su futura esposa y gran pianista, Clara (con la que, todo sea dicho, no podía casarse por la negativa del padre de ella). Robert le escribió a Clara, al enviarle la música, que todos sus pensamientos están llenos solo de recuerdos de ella. Mirando los momentos románticos de su relación, se inspiró en sus palabras de que a veces actúa como un niño. Esta declaración recordada inculcó en el compositor la idea de crear un ciclo, más tarde llamado "Escenas infantiles". Schumann le escribió a Clara que estas miniaturas no fueron creadas para niños, sino para adultos, como un recordatorio para ellos de una feliz temporada sin preocupaciones. Inicialmente, el compositor llamó a la colección "Piezas fáciles" y agregó los títulos de las obras solo después de que terminó de componer la última miniatura. Robert y Clara finalmente se pudieron casar y tuvieron ocho hijos. El compositor los quería mucho y era un buen padre, tal vez por eso en su trabajo prestó mucha atención a los trabajos de escritura para la generación más joven. En resumen, la obra de Robert Schumann es un ejemplo de la complejidad y la profundidad de la música del siglo XIX. Su habilidad para crear composiciones emotivas y llenas de vida, junto con su técnica musical innovadora, hacen que su obra sea un ejemplo de la música romántica europea. .
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