Hoy toca un divertimento para los amantes de los cómics (¿sólo?). Los dioses (greco-latinos) se metían demasiado en los problemas terrenales. Tanto que no dudaban en “bajar a la Tierra” e involucrarse sentimentalmente con los humanos, en especial con las humanas (Europa, Danae y un largo etcétera). De estas uniones nacían hijos con poderes super-especiales, como semidioses. En el Siglo XX, a rebufo de la Segunda Guerra Mundial, cuando se crearon los superhombres de la historieta -a imagen y semejanza de los dioses clásicos- no especificaron de un modo claro si además de salvar al mundo de los villanos, sus momentos libres los dedicarían a esa actividad tan propia de los humanos y que tiene que ver con la supervivencia de la especie. La pregunta es: ¿se enamoran los superhombres? Si nos dejamos influenciar por las imágenes publicadas en los medios, especializados o no, podemos deducir que la pasión y el erotismo también están entre sus planes y constituyen unas de sus debilidades. Una especie de kriptonita. Tomando como referencia la mitología, Venus y Hera, por ejemplo, eran muy celosas, y Zeus y Saturno eran vengativos y, el segundo, además, capaz de devorar a sus propios hijos, pero esas características no quedan bien para los superhombres del siglo XX. Estos casi no tienen defectos. Entonces, ¿qué hacen besándose? Porque siempre se empieza así. Una mirada cómplice, un beso delicado (luego apasionado), una invitación a tomar un café, una regalo, un ¿puedo pasar? y ya sabemos como termina. Los dioses de la antigüedad podían enamorarse de las humanas y engendrarles hijos y no pasaba nada malo. Pero ¿podemos deducir lo mismo de un superhombre del siglo XX en pareja con una mujer, común y corriente? El escritor Larry Niven1 especuló sobre las consecuencias de una relación de este tipo en un relato de la vida íntima de Superman (superhombre histórico y símbolo, previo a la lluvia de Marvel) ¿Qué pasaría si convence a Luisa Lane a hacer lo que el respetable lector se imagina?. Superman y Luisa Lane es la pareja más famosa en el mundo del cómic (por cierto, ella no es el único amor del superhéroe con las iniciales “L.L.”). Durante años, se vio a Clark Kent/Superman suspirar por su compañera del periódico en el que ambos trabajaban, Daily Planet, sin confesarle su amor, pero al final el amor venció todos los obstáculos y culminó los sueños de miles de lectores alrededor del mundo. Lo que en las películas se hizo realidad a los pocos minutos, en el cómic tardó casi seis décadas en concretarse; las consecuencias de esa unión son impredecibles.
Ya por extensión, trascendiendo los problemillas de los semidioses/superhéroes, adentrémonos en el mundillo de los cómics, como reflejo del mundo real: ¿te excitaría mantener una relación sexual en una vía férrea, con un tren a punto de aplastarte, como se ve en una historieta? ¿y acostarse con alguien que lleve puesta una piel de animal? Se dice que la fantasía humana no tiene límites. Y en cosas de la cama menos aún. Así que ambas prácticas existen, trascendiendo el mundo del cómic; se llaman, respectivamente, quinunolagnia y felpursufilia, y son dos de las voces que recoge la Enciclopedia erótica del cómic.(¿o de la vida?). De hecho, algunas de ellas son tan raras que hasta asombraron al propio Román Gubern2, autor de los textos del libro. De las voces más normales a las más peculiares la Enciclopedia acompaña cada definición con su contexto histórico y con viñetas extraídas de la historia del tebeo. A fuerza de buscar entre parafilias, perversiones y curiosidades, Gubern dio con un caso que le dejó especialmente impactado y que dio origen a la entrada “dipoldismo”; era 1903 cuando el tutor alemán Andreas Dippold provocó la muerte de uno de sus jóvenes alumnos, Heinz Koch, un epílogo tarde o temprano probable, ya que el señor (por llamarlo de alguna forma) en cuestión se dedicaba a martirizar y torturar sus pupilos (no en la ficción del cómic, sino en la realidad). El pobre pequeño abofeteado que ilustra la definición en la Enciclopedia pertenece a un dibujo del gran Carlos Giménez de 1981. Y apenas 20 años antes coloca Gubern el origen del cómic erótico como antecesor; con los tebeos del movimiento underground de Estados Unidos e historietas como Barbarella de Forest y Valentina de Crepax en Europa, el cómic se hizo adulto en Europa (el boom en España fue posterior). La revolución sexual y el movimiento hippy marcaron la pauta, y desde entonces, el cómic siguió madurando, hasta el punto de que hoy se vive una segunda edad de oro, tras el período de entreguerras. Y entre tantos talentos de dibujantes y guionistas, hay decenas que se han dedicado o se dedican a trazar cuerpos desnudos, orgías y coitos de los más acrobáticos puesto que el cómic tiene dos virtudes: permite dibujar proezas imposibles en la realidad y cuenta con la estilización gráfica; de ahí que el tebeo se preste al género provocador incluso mejor que literatura, que ofrece la ventaja de la imaginación, y el cine, que permite una imagen hiperrealista.
Muchos puntos quedan sin embargo por cambiar y poner al día, no sólo en los cómics, con las tendencias sociales. Y uno de ellos, como muestra, por ejemplo la constante presencia de mujeres (y no de hombres) semidesnudas en todo tipo de anuncios, en el cine y también en el cómic, es el machismo. Toda la cultura occidental es sexista y el varón sigue dominando con siglos y siglos de tabúes pues durante 2000 años todo (y este “todo” lo abarca TODO) el saber estuvo en manos de la Iglesia católica, dominada por eclesiásticos hombres, celosamente guardado y el argumento válido aunque incomprensible para no compartirlo siempre era a fuerza de repetir: ‘Eres culpable (¿de qué?). Has de confesar (¿qué?), has cometido una falta (¿cuál?)”. Por suerte esto está evolucionando rápidamente, pero es cierto que hay una hegemonía social masculina en todos los ámbitos, también en la cultura sexual; ojalá que pronto ya no sea normal sino tan raro como fornicar a la espera de un tren que se acerca.
--------------------------------------------------------
1Laurence van Cott Niven, más conocido como Larry Niven, es un escritor, psicólogo y matemático estadounidense, conocido sobre todo como el autor de la serie Mundo Anillo y también por el universo creado bajo el nombre de Espacio conocido. Dedicado a la escritura profesionalmente desde 1963, destaca en sus obras por la rigurosa consistencia científica, lo que le ha valido el calificativo de primer autor "moderno" de la llamada ciencia ficción dura, caracterizada por conceder una especial relevancia a los detalles científicos o técnicos de la narración. “Man of Steel, Woman of Kleenex" es un ensayo de 1969 en el que el autor detalla los problemas que enfrentaría Superman en las relaciones sexuales y la reproducción con una mujer humana, utilizando argumentos basados en la reconciliación humorística entre la física, la biología y la habilidades de los kryptonianos como se presenta en los cómics de Superman. Los temas discutidos incluyen la supuesta pérdida de control físico de Superman durante el coito, los supuestos "superpoderes" de los espermatozoides de Superman., incompatibilidad genética entre humanos y kryptonianos, y los peligros para la mujer durante la gestación. El título es una referencia al poder y la invulnerabilidad de Superman, y lo contrasta con la relativa fragilidad, como el tejido facial de la marca Kleenex , de un humano. El ensayo se publicó por primera vez en la revista para lectores masculinos Knight en 1969 luego se recopiló en la colección de 1971 de Niven, All the Myriad Ways .Se volvió a publicar en la antología de 1978 SuperHeroes editada por Michel Parry y se indicaba con un estallido de estrellas en la portada la “revelación” de detalles íntimos de la vida sexual de Superman y, como no podía faltar, fue también publicado con ilustraciones softcore con todos los logotipos y nombres de identificación eliminados, en una edición de 1995 de Penthouse Comix . Curiosamente, en 1986 se publicó en Usenet , lo que dio lugar a un debate temprano sobre la violación de los derechos de autor en línea .
2Román Gubern Garriga-Nogués es un escritor e historiador de medios de comunicación, singularmente de cine y cómic. Sus estudios sobre el cine mundial, o durante la guerra civil española, así como el lenguaje del cómic fueron pioneros en España. Es especialista en estudios sobre cultura de la imagen y comunicación audiovisual, catedrático jubilado de comunicación audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), de la que ha sido decano, ha enseñado en la Sorbona, así como en las universidades de Harvard, Yale, el Museum of Modern Art de Nueva York o la Bienal de Venecia, investigador invitado en el Massachusetts Institute of Technology y ha sido profesor de Historia del Cine en el California Institute of Technology (Pasadena), la University of Southern California (Los Ángeles), la Venice International University. En los setenta del pasado siglo militó en el comunista Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) y fue un destacado miembro de la gauche divine barcelonesa .Entre sus más de cuarenta libros, y en lo que se refiere a historietas, figuran El lenguaje de los cómics, Mensajes icónicos en la cultura de masas, Máscaras de la ficción, Patologías de la imagen, etc. Colaboró con la revista Bang!,centrada en el estudio del mundo del cómic, firmó los manifiestos "Ante un conato de degradación del significado cultural del cómic" y "Manifiesto contra la exposición Tintín y Hergé". Con Javier Coma publicó la monografía Los cómics en Hollywood y con Luis Gasca, El discurso del cómic y Diccionario de onomatopeyas del cómic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario