miércoles, 12 de julio de 2023

Música y recuerdos.



Hoy toca con la música un ejercicio de memoria personal: las inacabables e inabarcables

carencias materiales suplidas con el amor de la familia en la lejana infancia, el lavadero al descubierto (“la pila”) en el patio adosada  una pared con su agua siempre fría, helada enn invierno, y una voz cantarina (que dejó de oírse así por los golpes de la vida y por cosas de la salud) que hacía “olvidar las penas” canturreando el coro de las espigadoras, intermedio de la zarzuela La rosa del azafrán; un recuerdo excelente en todos los sentidos, y tierno, muy tierno. El nombre de la zarzuela se debe a la flor del azafrán, una planta con raíz bulbosa, de flores moradas y estigmas rojos que se usa para condimentar y para teñir de amarillo, y que también posee algunas propiedades medicinales. Se hace referencia en el libreto a que el amor es tan frágil como esta flor peregrina otoñal, «que brota al salir el sol y muere al caer la tarde».La rosa del azafrán se estrenó en mayo de 1930, prácticamente sin aparatos de radio domésticos (era casi un milagro que se conociera la música), estructurada en dos actos, adaptación libre de la obra teatral El perro del hortelano de Lope de Vega y alude al amor entre dos personajes de diferentes clases sociales, un tema clásico dentro de este género musical: por una parte se encuentra la rica hacendada Sagrario y por otro el humilde labrador Juan Pedro. Hablemos de música. Las Espigadoras” es una cántico fácil y de letra pegadiza que recuerda a muchas mujeres el trabajo que tuvieron en el campo, recogiendo las espigas que quedaban en el campo tras cosecharse. Hemos dicho que la obra era en dos actos, luego equiparable al género chico, que incluye varios tipos diferenciados sin que exista una clasificación exclusiva ni límites específicos y en el que las excepciones son la regla y dependen de la imaginación de los autores. El género chico es un género español de arte escénico y lírico, subgénero de la zarzuela de formato breve típicamente en un acto y, ocasionalmente, en dos, contrapuesto al género grande que corresponde a obras de mayor duración. (el modelo más común y rico por su diversidad en el género chico es tal vez el del sainete lírico, yaunque se cosechen otros géneros también, las obras más importantes siguen este modelo). Las tramas suelen ser de tipo amoroso e incluyen elementos dramáticos con posibilidad de un final trágico aunque también existe la zarzuela cómica (pueblerina, en época actual, o histórica en época remota), melodramática o dramática. Un autor muy importante (no de La rosa del azafrán) es Ruperto Chapí, que se pasa la vida dudando entre su pretensión de crear una ópera española, y sus composiciones de modesto género chico. Y mientras la crítica se ceba con el género, éste recoge un gran éxito de público y es acogido por algunos teatros hasta que sus creadores acaban recalando en salas de cierta consideración aunque, además de en los teatros, el género chico se representaba en pequeños cafés, y durante el verano en escenarios más modestos como las populares corralas. La música tiene un carácter familiar al oído, popular y de folclore, lo que se consigue tomando melodías populares o de moda en el momento, y cambiándoles el texto; las tonadillas buscan quedar en la memoria del espectador al salir de la obra. Además se buscan ritmos muy marcados y populares en los salones de baile, generalmente importados pero «nacionalizados», como podrían ser el chotis, palabra que viene del alemán schottisch. (Madrid es la ciudad de referencia en que se ambientan la mayoría de las obras: el fresco, el anarquista pintoresco que evita hacer menciones provocadoras, el gandul, el perdonavidas, el aprovechado, la coqueta, el viejo sentencioso,... No se suelen incluir personajes instruidos, sino que la sabiduría es más de carácter popular).



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